lunes, 14 de mayo de 2007

Ernesto Sabato

Sobre héroes y tumbas

Esta novela le concede a la literatura argentina un raro privilegio y una nueva perspectiva, que permiten observar los percances y las obsesiones del hombre contemporáneo en el marco de una historia que no por reciente es menos rica
y reveladora. Se trata de una historia espeluznante, atravesada por una metáfora extraordinaria: el 'Informe sobre ciegos'.
En ella, quiso indagar "las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre". Vertió sus obsesiones personales en una clara introspección autobiográfica en medio de las reflexiones sobre la historia argentina. Todo a lo largo de la obra se va haciendo negativo, pesimista, sin salida. La novela muestra a los últimos representantes de una familia
oligárquica venida a menos, en la que se intercala la historia de los seguidores del general Lavalle que, una vez derrotados, llevan el cuerpo muerto de su
jefe al exilio. En un tercer plano argumental pero vertebrador de la estructura
del libro e imprescindible para el conocimiento del personaje central, Fernando, está el 'Informe para ciegos' que, a veces, se ha publicado como pieza
autónoma. Se trata de una pesadilla que sufre Fernando culpabilizándose por
un incesto cometido y que lleva al autor a introducirse en los abismos infernales y más perturbadores, combinando elementos tomados del surrealismo, Nietzsche, Jung y Freud.


"Noticia Preliminar:

Las primeras investigaciones revelaron que el antiguo Mirador que servía de dormitorio a Alejandra fue cerrado con llave desde dentro por la propia Alejandra. Luego (aunque, lógicamente, no se pueda precisar el lapso transcurrido) mató a su padre de cuatro balazos con una pistola calibre 32. Finalmente, echó nafta y prendió fuego.
Esta tragedia, que sacudió a Buenos Aires por el relieve de esa vieja familia argentina, pudo parecer al comienzo la consecuencia de un repentino ataque de locura. Pero ahora un nuevo elemento de juicio ha alterado ese primitivo esquema. Un extraño "Informe sobre ciegos", que Fernando Vidal terminó de escribir la noche misma de su muerte, fue descubierto en el departamento que, con nombre supuesto, ocupaba en Villa Devoto. Es, de acuerdo con nuestras referencias, el manuscrito de un paranoico. Pero no obstante se dice que de él es posible inferir ciertas interpretaciones que echan luz sobre el crimen y hacen ceder la hipótesis del acto de locura ante una hipótesis más tenebrosa. Si esa inferencia es correcta, también se explicaría por qué Alejandra no se suicidó con una de las dos balas que restaban en la pistola, optando por quemarse viva.

[Fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires.]"

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